¿Quién no se habrá preguntado alguna vez si esa actriz, modelo o cantante lleva los pechos de silicona? Algunas personas, normalmente los jóvenes varones, van más allá y especulan si serían capaces o no de distinguir unos pechos de silicona de unos naturales. No negaremos que muchas mujeres también hacemos apuestas sobre ello.

Aunque “a priori” nos puedan parecer comentarios un tanto vulgares, la verdad es que reflejan los excelentes resultados que se pueden conseguir con la operación de aumento de senos y la gran profesionalidad de los cirujanos plásticos que llevan a cabo estas intervenciones que a veces no diferencias unos pechos de silicona de unos naturales. 

Los senos de silicona: Haciendo historia

En el año 1895, Czemy realizó lo que se considera el primer aumento de senos mediante un injerto de tejido adiposo de la propia paciente. En los años posteriores se fue experimentando con distintas sustancias y materiales: parafina, caucho, pastillas de polietileno, bolas de vidrio, esponja de espuma de poliéster, inyecciones de silicona, etc., con resultados pésimos en la mayoría de casos, incluso teniendo que recurrir a la mastectomía para solucionar las complicaciones derivadas de esos rellenos.

Pero no fue hasta principios de los años 60 cuando se logró una técnica fiable para la operación de aumento de pecho. En 1962, Cronin y Gerow fabricaron los primeros implantes de pecho. Eran una especie de bolsas hechas a base de láminas de silicona que se rellenaban con aceite de silicona de grado médico.

Desde ese momento hasta la actualidad, la tecnología ha permitido perfeccionar constantemente las prótesis de silicona, pero básicamente la idea es la misma.

Y una vez consolidado el aumento de pecho o mamoplastia de aumento como una intervención segura, con profesionales muy especializados, altos estándares de calidad en los materiales empleados y resultados muy satisfactorios, llegaron las modas.

Los pechos de silicona se pusieron de moda... y siguen estándolo

Los senos de silicona triunfaban en Estados Unidos y América del Sur y pronto llegaron a Europa. España, sin duda, no fue una excepción, más bien al contrario. Durante unos años, las mujeres querían aumentar su pecho de forma desproporcionada y se implantaban unas prótesis mamarias muy grandes que a veces incluso se rellenaban por encima del volumen de fabricación para cumplir sus deseos. Se trataba de prótesis de suero salino, unos implantes de silicona que se introducen en el pecho de la mujer estando vacíos y durante la operación de aumento de mamas se van rellenando hasta alcanzar el volumen deseado. No obstante, conviene hacer hincapié en que este tipo de implantes mamarios son seguros si se cumplen las recomendaciones del fabricante y no se sobrepasa el volumen máximo para el que han sido creados; por eso es importante consultar con tu cirujano estético para elegir el tamaño de los implantes de pecho que más se adapten a tu cuerpo.

Afortunadamente, en los últimos años esta tendencia casi ha desaparecido. Y decimos afortunadamente, porque los riesgos de llevar unos senos de silicona tan grandes son considerables: elevado riesgo de rotura de los implantes de pecho, pérdida de sensibilidad, problemas de vascularización, dolores de espalda, contractura capsular, entre otros.

Por estos motivos, han sido muchas las mujeres que se han sometido a una segunda intervención para un cambio de prótesis mamarias, cambiándose los implantes o incluso colocándose unos más pequeños.

Actualmente, las mujeres que acuden a la consulta de un cirujano plástico buscan una mejoría en su aspecto, pero, por encima de todo, quieren un resultado natural y que sea proporcionado al resto de su cuerpo. Y para ello, disponen de las prótesis mamarias redondas que consiguen dar más volumen en la parte superior del pecho y las prótesis anatómicas que con su forma de gota de agua imitan a un pecho natural.

Por tanto, podemos decir que siguen en auge los pechos de silicona pero las mujeres ya no quieren que se noten tanto. La naturalidad ha triunfado por encima de la voluminosidad en la Mamoplastia de Aumento.