Aunque estamos hablando de una enfermedad complicada y de la que todavía existe un gran desconocimiento científico sobre sus causas y tratamiento, la mayoría de investigaciones y estudios científicos corroboran que un tercio de los casos de Alzheimer podrían prevenirse a partir de una serie de hábitos saludables en el estilo de vida.

El Alzheimer es una enfermedad degenerativa del cerebro causada por la pérdida de una sustancia esencial para que las células nerviosas se comuniquen entre ellas. En consecuencia, se produce una disminución progresiva del aprendizaje, la memoria y el pensamiento. Suele presentarse en personas mayores de 65 años, aunque también puede manifestarse en un menor porcentaje en personas más jóvenes.

Según un estudio difundido por la publicación especializada The Lancet Neurology, los principales factores de riesgo en el desarrollo del Alzheimer son la diabetes, hipertensión, depresión, obesidad, tabaquismo y bajos niveles de educación.

Tanto en el Alzheimer como en otras enfermedades degenerativas de nuestro cerebro es altamente recomendable actuar sobre estos riesgos entre los 30 y los 40 años ya que así existen mayores posibilidades de que los resultados sean óptimos.

En este espacio te ofrecemos una serie de consejos que pueden ayudarte a evitar el riesgo de sufrir Alzheimer. Son muy fáciles de seguir y te servirán además para conseguir un mayor bienestar general en tu día a día.

Consejos para la prevención del Alzheimer

Dieta baja en grasas. Con el fin de mantener una buena circulación sanguínea es fundamental seguir una dieta baja en grasas, que asimismo nos ayudará a tener unos niveles bajos en colesterol. Para combatir el Alzheimer, una dieta saludable para el cuerpo y el cerebro es fundamental. Por ello es recomendable ingerir alimentos ricos en vitamina B así como pescado y aceite de oliva.

También se aconseja incrementar el consumo de alimentos como las nueces, cacahuetes, almendras, pistachos, aguacates, canela o aceitunas; los nutrientes como la vitamina E, presente en germen de trigo, cereales con cáscara, hojas verdes o nueces; la vitamina B9, en alimentos tales como las judías, vegetales verdes y naranjas. Y sobre todo hay que reducir el consumo de carnes rojas, alimentos refinados, mantequillas y grasas derivadas de los lácteos.

Ejercicio físico. Mucho ejercicio físico. Evitar el sedentarismo también contribuye a mantener a raya las grasas e incrementa nuestra energía. Cuanto más ejercicio físico hagamos, menos serán los riesgos de sufrir cualquier tipo de demencia senil. Por otra parte, combatiremos otros factores de riesgo como la diabetes o la obesidad.

Ejercitar el cerebro. Además del ejercicio físico, la actividad mental será de gran utilidad para que el cerebro no se atrofie y envejezca con rapidez, puesto que la estimulación de la mente conlleva una menor disminución del hipocampo, una parte del cerebro fundamental para la memoria y que suele ser la primera en verse afectada por la enfermedad del Alzheimer. La práctica de juegos como el ajedrez, la lectura, el aprendizaje de idiomas, tocar un instrumento u otros pasatiempos reflexivos que agilizan la mente ayudan a mantener en buen estado las células cerebrales.

No fumar. El tabaquismo es uno de los principales factores de riesgo del Alzheimer. De hecho, el riesgo de demencia es casi un 50% más alto en personas fumadoras. Además, el tabaquismo muchas veces está asociado a la hipertensión, la diabetes y el colesterol, principales aliados del Alzheimer.

Potenciar la vida social. La participación en tareas de carácter recreativo reduce el riesgo del Alzheimer. Llevar una vida social activa implica tener que desplazarse, conversar con otras personas, escuchar, interactuar, comunicarse, elaborar argumentos y razonamientos. Aunque pueda parecer baladí, la vida social ayuda a mantener despierta la mente.

Como puedes ver, estos consejos son de fácil cumplimiento, y ten por seguro que te reportarán grandes beneficios. No lo olvides: adquirir unos hábitos saludables evita el riesgo de sufrir Alzheimer.

Si sufres de pérdidas de memoria o conoces a alguien que sea propenso a desarrollar esta enfermedad, no dudes en consultar con un médico especialista que te dará el mejor diagnóstico y te ayudará a afrontar esta enfermedad degenerativa.