Las personas nacemos sin lunares y entre los dos y los cinco años van apareciendo. Cuando se toma mucho el sol también aumenta el número de lunares, aproximadamente hasta los 40-50 años.

Pero más allá del número de lunares que tengamos -que más adelante veremos que también tiene su importancia- lo fundamental es revisar tus lunares periódicamente para controlar su evolución ya que los lunares y el cáncer de piel están muy relacionados. Pero, ¿sabes en qué tienes que fijarte para detectar los lunares malignos que pueden desembocar en un melanoma o los carcinomas?

Revisa tus lunares. La autoexploración en 5 pasos

Según la localización de tus lunares es posible que necesites de la ayuda de otra persona para revisar algunas zonas de tu cuerpo, como la espalda por ejemplo.

Debes tener en cuenta 5 síntomas que nos alertan de que un lunar o cualquier otra lesión de la piel puede haberse convertido en un melanoma Es la denominada regla del ABCDE.

1. A de Asimetría. Mientras que los lunares son simétricos, es decir que si los dividiéramos por la mitad las dos caras serían iguales o prácticamente iguales, el melanoma es de forma asimétrica.

2. B de Bordes. Los lunares presentan bordes regulares. En cambio cuando se trata de un lunar maligno o melanoma, a veces es difícil delimitar la zona de la lesión, los bordes son irregulares, con picos y poco definidos.

3. C de Color. Cuando se trata de un lunar o una mancha cutánea benigna el color es uniforme y solo hay una tonalidad, es decir, son de un único color. Por tanto, las variaciones de colores, que pueden ir del marrón al negro o incluso al verde en un lunar, son signo de malignidad.

4. D de Diámetro. Generalmente, los lunares suelen tener un diámetro inferior a 6 milímetros. Por encima de este tamaño hay que acudir al especialista ya que podría tratarse de un melanoma.

5. E de Evolución. Los lunares permanecen siempre iguales, por lo que si detectamos que un lunar o una mancha en la piel, empiezan a crecer, cambia de color, provoca picor o sangra debemos acudir al dermatólogo lo antes posible. Basta con presentar una sola de estas alteraciones. Recuerda que el diagnóstico precoz es fundamental para aumentar las posibilidades de curación.

¿Con qué frecuencia debo revisarme los lunares y manchas en la piel?

Los expertos recomiendan realizarse una autoexploración cada dos meses prestando atención a los 5 signos de alerta que hemos explicado.

Las personas con más de 100 lunares en su cuerpo deben acudir anualmente al dermatólogo para realizarse un mapa corporal para localizar los lunares y una dermatoscopia, una sencilla prueba que permite detectar cambios o alteraciones en su aspecto.

Lunares y riesgo de cáncer de piel

Las personas de piel clara, fototipos 1 y 2, ojos azules o verdes, pelo rubio o pelirrojo presentan un riesgo mayor de desarrollar un cáncer de piel a lo largo de su vida. Por otro lado, también aquellas personas con más de 100 lunares, las que presenten lunares con un tamaño superior a 2 cm, las que hayan sufrido quemaduras solares en la infancia o la adolescencia y en las que existan antecedentes familiares de este tipo de tumores ya que estos son los principales factores de riesgo.

Existen multitud de tipos de cáncer de piel siendo el carcinoma basocelular, uno de los más frecuentes y considerado de riesgo bajo, y el melanoma, el más agresivo. Y además, el cáncer de piel que empieza desde un lunar suele ser el melanoma.

Por ello insistimos en la importancia de la autoexploración de los lunares y de acudir a la consulta del dermatólogo ante el primer signo de alerta. Sin olvidar la prevención, que pasa por emplear protectores solares adecuados a nuestro fototipo de piel siempre que nos expongamos al sol, incluso cuando el día esté nublado.