A los varones, por lo general, les cuesta mucho más acudir al médico, especialmente si se trata del urólogo. Pero a partir de los 45 años, hay dos revisiones que deberían ser ineludibles: la de la próstata y la del colon.

Por otro lado, comprobar el estado de salud general mediante una analítica completa te ayudará a poder prevenir la aparición de múltiples enfermedades.

Veamos los 5 chequeos médicos que te recomendamos para poner a punto tu salud:

  1. Análisis de sangre. Tan sencillo como extraer un muestra de sangre que posteriormente se analizará en el laboratorio y que proporciona al médico una información esencial para conocer nuestro estado de salud. Permite diagnosticar enfermedades, recomendar pautas de alimentación y/o ejercicio físico para prevenir o retrasar la aparición de múltiples patologías, etc.

    Conocer nuestros niveles de colesterol, de triglicéridos, si padecemos o no diabetes o si tenemos las transaminasas altas, entre otros muchos parámetros, nos ayudará a gozar de mejor salud. Si tu salud es buena, una analítica al año es suficiente.

  2. Chequeo prostático que consiste en un tacto rectal y la determinación en sangre del antígeno prostático específico (PSA). Para realizar el tacto rectal el urólogo introduce un dedo a través del ano para palpar la próstata y comprobar su tamaño, forma y consistencia, si existen nódulos o verrugas y si hay dolor. Es un procedimiento incómodo, pero sencillo y muy rápido ya que apenas dura un minuto. Por otro lado, un análisis de sangre en el que se mide el PSA permite detectar si hay cáncer de próstata.

    La próstata es una glándula del aparato genitourinario masculino y a partir de los 45 años empieza a crecer ya sea por causas benignas desarrollándose una hiperplasia benigna de próstata o por causas malignas, el crecimiento de un tumor. De ahí que a partir de los 50 años haya que acudir al urólogo para revisiones periódicas. En caso de antecedentes familiares de cáncer de próstata las revisiones deberán empezar antes, entorno a los 45 años. Una vez realizado el primer chequeo prostático, el médico te indicará con qué frecuencia debes hacer las siguientes revisiones.

  3. Colonoscopia. Mediante la introducción a través del ano de un tubo largo y flexible dotado de una pequeña cámara para visualizar el interior del colon, el recto y la parte más distal del intestino delgado en busca de la presencia de pólipos u otras alteraciones potencialmente malignas. La colonoscopia se suele realizar bajo sedación.

    Para el diagnóstico precoz del cáncer de colon también ayuda otra prueba, nada invasiva, que es el test de sangre oculta en heces. Y es que la presencia de sangre oculta en las heces es un indicativo de la existencia de una patología seria como puede ser una hemorragia digestiva oculta o un cáncer.

  4. Revisión o consulta oftalmológica. Aunque no presentes ningún problema de refracción (miopía, hipermetropía o astigmatismo) ni enfermedades de la vista, sería conveniente que entre los 30 y los 39 años te sometieras al menos a dos revisiones ya que cuánto antes se pueda detectar un problema de visión más fácil será corregirlo o prevenir su avance.

    A partir los 40 años, empezamos a notar una pérdida de visión en las distancias cortas, al leer, mirar el móvil... Es la denominada presbicia o vista cansada.

    Y a partir de los 65 años ya se empiezan a dar problemas mucho más serios que comprometen la visión como las cataratas, el glaucoma o la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).

    En función de cuál sea tu problema de visión, el oculista te indicará si necesitas pruebas complementarias a la exploración y la periodicidad con la que debes acudir a la consulta.

  5. Revisión dental. La caries es la enfermedad de los dientes más frecuente, llegando a afectar hasta al 90% de la población en distinto grado a lo largo de la vida. Pero también debemos prestar atención al cuidado de las encías y prevenir la aparición de gingivitis o periodontitis ya que están estrechamente relacionadas con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Cuidar las encías es cuidar el corazón.

    Pero no queda ahí, otros muchos problemas bucales como la maloclusión pueden afectar a nuestra salud general, en este caso provocando alteraciones gastrointestinales y problemas posturales y de equilibrio.

    Por todo ello, al menos una vez al año debes realizarte una revisión dental que incluya una exploración completa de la cavidad bucal.

Por último, solo queremos recordarte que la prevención es la forma más efectiva de mantenerse sano y también la más económica. Y en ClinicPoint trabajamos para que así sea. ¡Nos gusta cuidarte!