Desde hace años las autoridades sanitarias están señalando que la obesidad mórbida se ha convertido en la pandemia del siglo XXI. Por ejemplo, un informe reciente de The Economist subrayaba que el 17% de la población española sufre obesidad, mientras que un 53,7% tiene sobrepeso. Por otra parte, los cálculos más actuales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúan la cifra global del total de personas con obesidad y sobrepeso en un 57% de la población.

Ante los riesgos indiscutibles de la obesidad mórbida, nadie pone en duda que es necesario solucionar el problema de manera urgente. Una de las opciones terapéuticas más eficaces es la reducción de estómago, la cual aporta grandes beneficioso para el paciente.

¿En qué consiste la reducción de estómago?

Nos referimos a la cirugía de reducción de estómago cuando hablamos de las técnicas que se emplean para tratar la obesidad mórbida. Dichas técnicas tienen como objetivo principal reducir la capacidad del estómago, creando una mayor sensación de saciedad, y limitar la absorción intestinal de nutrientes.

En función de las características de cada paciente, la intervención escogida podrá ser la cirugía bariátrica o el balón intragástrico. Ambas técnicas están enfocadas a la pérdida de peso de manera segura, eficaz y, sobre todo, sostenida en el tiempo.

¿Quién puede someterse a una reducción de estómago?

Para someterse a una cirugía de obesidad mórbida hay que tener muy claro que se quiere cambiar de vida no solo en el plano estético sino también en el de la salud. Por ello, además de bajar de peso, se debe estar convencido de que la intervención también servirá de ayuda para adquirir unos nuevos hábitos alimentarios que contribuyan a que no se vuelva a tener problemas con la báscula.

Aunque existen distintos tipos de obesidad mórbida, los requisitos fundamentales que todo paciente debe cumplir son:

  • Tener entre 14 y 60 años, aunque en el caso de los menores a la hora de practicar la intervención se evaluarán diversos factores, en cuanto a la conveniencia de esperar o no a la mayoría de edad.
  • Contar con un IMC, Índice de masa corporal, por encima de 30. Hay que tener en cuenta que lo ideal es que se encuentre entre 19 y 22.
  • Llevar con sobrepeso al menos 5 años y que haya originado ya algún problema de salud.
  • Haber intentado bajar de peso bajo control médico, siguiendo estrictamente las dietas impuestas.
  • No fumar o al menos hacerlo mínimamente.
  • No tener problemas de corazón ni hipertensión. Tampoco antecedentes por trombosis o embolias.

¿Qué beneficios aporta la reducción de estómago?

Los beneficios que aporta la reducción de estómago son múltiples. No sólo por el hecho de que la persona se encuentra mejor consigo misma, se gusta más y tiende a tener mejor calidad de vida, sino también porque muchas de las enfermedades asociadas a la obesidad mórbida se reducen o desaparecen.

  • Diabetes. El sobrepeso y la obesidad son uno de los principales factores de riesgo vinculados a la diabetes tipo 2. Sin embargo después de la operación en un 75% remite y no es necesario seguir medicándose.
  • Presión arterial. La hipertensión, o tensión arterial alta, es un factor de riesgo asociado a enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrales y enfermedades de riñón, entre otros problemas. Tras la reducción de estómago es un problema que se reduce o desaparece en un 50% de los pacientes.
  • Problemas cardíacos. Un peso excesivo está considerado como un factor de riesgo principal para las enfermedades cardíacas. Una vez perdido el exceso de peso, disminuimos a niveles normales el riesgo de sufrir un problema de este tipo.
  • Colesterol. La obesidad está directamente relacionada con los índices elevados de colesterol “malo”, que a su vez aumenta las posibilidades de sufrir arterioesclerosis y ataques cardíacos.
  • Problemas óseos y articulares. El sobrepeso supone una carga excesiva para las articulaciones y los huesos, y puede acabar llevando a quien la padece a desarrollar artritis. Al perder peso gracias a la operación de reducción de estómago estamos evitando el riesgo.
  • Apnea del sueño. El exceso de peso provoca todo tipo de problemas respiratorios, entre ellos la apnea del sueño, un trastorno que afecta en gran manera a la calidad de nuestro descanso. La pérdida de peso ayudará a eliminar el problema en gran manera.


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